jueves, 1 de junio de 2017

Happy birthday Marilyn


Mi buen amigo Quique me recuerda, como todos los años que mi memoria decrece al mismo ritmo que mis estrógenos, que hoy la grandisima Marilyn Monroe cumpliría 91 años.

La falta de memoria a priori parece una desventaja propia del climaterio en el que llevo un tiempo sumergida, no sabes donde has aparcado, te pones dos bragas, te tomas dos y hasta tres veces la pastilla del colesterol, no recuerdas como se llama el marido de tu peluquera aunque se llame igual que tu perro, olvidas día si y día no la contraseña de todas tus cuentas aunque siempre sea la misma, osea tu cumpleaños, etc..... Pero si lo miráis bien, tiene múltiples ventajas, comerte dos napolitanas porque te has olvidado que ya te desayunaste una, tu peso en la báscula, el último que recuerdo es de cuando iba al instituto, que tu vecina te ha invitado a una reunión de cocina saludable ecosostenible con microondas y le habías prometido ir, que el queso engorda, que el alcohol engorda, que la vida engorda...me olvido de todo.




Marilyn era y sigue siendo, por lo menos para una generación, el paradigma de la belleza real, genuina, autentica, rotunda y alcanzable. Si, digo alcanzable aunque la inmensa mayoría nos parezcamos a ella como un huevo a una castaña, y lo digo en contraposición a esas belleza etéreas, gaseosas, volátiles, ingrávidas, quebradizas y sutiles con las que nos bombardean a diario en los anuncios de bragas, biquinis, cremas anticelulíticas, batidos, cereales y/o comida para perros.


Y para recordarme su cumpleaños me manda esta foto. Mirad esa espalda y llorad.


Marilyn era una voluptuosa, sensual, carnal, excesiva, abundante y rozagante mujer que meneaba sus curvas como si llevase un motorcito, como dijo Jack Lemmon en la insuperable Con faldas y a lo loco. Y llevaba faja. Recogía toda su exultante feminidad en una faja/corsé.
Lo se y lo hago mio.
Tengo una boda en agosto y ayer busqué una falda que ya había llevado años atrás a otra boda con gran éxito de crítica y público, he de decir. Aterrada, la saqué del armario y me la probé. Pues bien, la falda en cuestión me entraba, mas por su propia idiosincrasia de falda extensible, que por mi anatomía en creciente expansión, y yo creí morir de felicidad.
Me miré en el espejo. Suspiré. Solo me faltaba el brasero para parecer una mesa camilla.
- Aquí debajo podría alojar a una familia de cuatro miembros con holgura.- me dije levantándome el borde y mirando debajo.
Estaba desbordante por no decir otra cosa. Aquello no iba a funcionar, si me ponía esa falda tendría que pagar el cubierto doble.
- Esto es por mi y por lo que tengo alrededor de la cintura, que es otra yo.- Diría al entregar mi sobre con el regalo.
Recordé a Alaska y su afición por las fajas. Si, esa sería la solución. Pero hasta saber si podría soportar meterme en una escafandra de poliester y no morir deshidratada, pensé en buscar alguna baratita para ver si la soportaba.
Fuí al Primark y me compré una braga faja color mortadela revenida. No apretaba demasiado, pero parecía que lo suficiente.
-Tampoco la voy a utilizar para cerrar las compuertas de la presa de La almendra.
Volví corriendo y me la puse.
Me miré al espejo, primero de frente y luego por la espalda. PARECIA UN SHAR PEI. Mis carnes lozanas buscaron salida y se arremolinaron como los pliegues carnosos y sonrosados de un enorme shar pei, sobre la cinturilla de la braga/faja.
Apretar la barriga la apretaba, he de decir, pero claro lo que recoges por un lado se desborda por otro. Es un principio físico a la altura del de Arquimenes, todas lo sabemos.
-No está tan mal- escuché a mi yo mas idiota.
-¿Que no está tan mal?, entre esos pliegues podría transportar toda la reserva de brócolis de Murcia camino de Gran Bretaña, y mira, con el asunto este del brexit, eso que nos ahorraríamos- replicó mi otro yo, aún mas idiota.
Luego, Quique me envió la foto de Marilyn y esa maravillosa espalda de mujer voluptuosa sin dobladillos y quise coserme la boca para no comer nunca mas.
En mi defensa (y la de mi shar pei) diré que Marilyn no llegó a entrar en ese maravilloso periodo que la menopausia, que retienes mas líquidos que Bob Esponja, y por lo tanto sus carnes lozanas estaban estratégicamente colocadas alrededor de sus caderas para darle forma de reloj de arena, mientras que las mías están colocadas para ganar el premio al mejor ejemplar senior en la 89 exposición canina de Madrid.
En fin, mi adorada Marilyn, nunca podremos tener tu cuerpo, pero las fajas de cuerpo entero están para ayudarnos.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Mi semana en el gimnasio II parte.

 He sudado, farfullado, gruñido, resoplado, hipado, jadeado, resollado y sufrido en esta ultima semana, mas que en todos mis 44 años. Pero la he sobrevivido, con mas pena que gloria, tengo que decirlo, pero la he sobrevivido.

Todo parecía ir razonablemente bien hasta que llegó mi primera clase de zumba.  AMIGOS ESO ES UN DESPIPORRE. Si me colocase un pañuelo de cuadros al cuello, un cigarro en la mano derecha y un Malibú piña en la izquierda parecería que estoy bailando borracha en las fiestas de mi pueblo.

 ¿Sabéis esos muñecos inflables que suelen poner en los eventos deportivo y que mueven los brazos como gilipollas sin ton ni son?, Sky dancers se llaman. Bueno pues yo me parezco a uno solo que pasado de gas. Mis brazos van hacia arriba, cuando los de las demás bajan y si la monitora grita derecha, la menda (que parece que lo hago por joder) se tira a la izquierda. Subo cuando tendría que bajar y me agacho cuando debería estirarme. Mis compañeras de grupo me miran con poco cariño. ¡¡Joder si no quieren que les pise, que me dejen espacio!!
Como decía el gran Saza, ¡¡Esto es un sindios!!.
Pero yo no me doy por vencida. esto no podrá conmigo. Algo habrá que pueda hacer, aptitudes me faltan, es cierto, pero actitud tengo para tirar el polideportivo a cabezazos, que para algo soy una tauro.

Me fijo en mis compañeras mientras estamos estirándonos y llego a la conclusión de que parte de la fuerza que parecen tener las otras se esconde en su atuendo. Bueno, quizá también el hecho de que lleven años yendo al gimnasio ayude, pero lo de ir tan monas y pertrechadas da seguridad.



Me voy al Decathlon.

No se puede ir a una boda en chándal, a la playa con botas de pocero y a un gimnasio si no has atracado antes un Decathlon.

Aparco y salgo del coche henchida de emoción. Voy a comprarme unas mallas.

  -¿Estás segura que eso te hará seguir mejor la clase?.
   -Coño, no se, pero por lo menos me agarra las lorzas, que lo he visto en la tele.

Como no podía se de otro modo, me decanto por el negro con toques de fucsia para dar algo de luz.
El dependiente me mira perplejo, intenta explicarme porque me convienen las zapatillas que tiene en la mano.

 - ¿Pero las tienes en rosa?.
 - Ehhh, no, solo hay azules.
  -Uyy no, es que he cogido estas mallas ultracompresoras vientre plano, con poliamida y elastano para que el cuerpo se pueda expresar libremente, y ya ves, tienen un ribetito rosa. Además la camiseta también es fucsia, incluso el bote del agua es fucsia. ¿No te parece arriesgado meterle un azul cian?
  - Disculpe, me llaman del almacén.

Se va. Sospecho que es una excusa. Me da igual. Busco unas zapatillas que tengan algo rosa y me las pruebo. Me quedan ideales, son cómodas y además no pienso correr la San Silvestre, así que me voy de allí tan contenta con mis prendas.



Y llegó el lunes. Después de no pocos esfuerzos conseguí meterme en aquella ropa. Me depilé los muslos por fricción al colocarme las mallas, y aquel sujetador del infierno me iba a producir un esguince al intentar sacármelo luego, pero me dio igual. Estaba tan profesional que casi me dieron ganas de salir corriendo hacia el polideportivo, en plan New York  Runner

Me contuve, no es cuestión de abusar. Me fui caminando.

De pronto, y como si de un Flash Mob se tratase, de las calles aledañas comenzaron a salir señoras ataviadas con prendas similares a las mías camino del gimnasio. Una marea infinita de mallas negras, camisetas fucsias, y zapatillas de runner, parecíamos los 100.000 hijos de San Luis versión zumba.  Joder, me reconocieron como una de las suyas, y creo que hasta me sonrieron,  me entraron ganas de saludar como lo hacen los moteros cuando se cruzan con otros moteros en la carretera.
Ahora viene cuando debéis poner el vídeo de mas abajo, porque así me sentí,. Is this the way to the Gym??


Señores dueños del Decathlon, he aquí una idea para un spot, cuarentonas ataviadas con mallas Domyos en negro, fucsia y pistacho uniéndose en un bailecito camino del gym.  Cuando tenga mas confianza se lo voy a proponer.

Entré en la clase, oh Dios, mal asunto. Había una monitora nueva, se giró,  y a que no sabéis quien era.....Justo. La muchacha de la recepción. Yo que había llegado tan rebosante de energía con mis mallas, mis zapatillas de gel amortiguante y el vídeo de Tony Christie en la cabeza, me eché a temblar. Ella dio un rápido repaso, no pareció reconocerme. 

   -Bueno Chicas, hoy vamos a hacer algo diferente- grita jubilosa.
Me mira, me reconoce y se acerca.
   - Tú a tu ritmo, no intentes seguir al grupo si no puedes, vale?- me sonríe.

Oh Dios, esta no es como los marines que no dejan atrás a un compañero, esta me abandonará al primer paso en falso. Respiro y me mentalizo. Ya sobreviví a una clase de aerobic la semana pasada, ¿Que puede ser peor?.
JA INFELIZ.
Zumba con pasos de danza árabe.
Si Salomé hubiese movido las caderas como yo, no le habrían regalado la cabeza del Bautista. 

En ese momento me dí cuenta de que tengo las caderas soldadas al sobaco y que mis manos son mas parecidas a unas raquetas voladoras que a unas mariposas. Aquello no era para mi, por mucho empeño que le pusiera.

La muchacha pareció apiadarse y se acercó.
  -Si quieres, puedes hacer algo de fitness hasta que vayas recuperando el tono.
Que mona, recuperando dice. 

Salgo de la clase y me meto en la sala de fitness. Pero esa amigos, es otra historia.














viernes, 11 de septiembre de 2015

Buen propósito de septiembre: Ir al gimnasio. primera parte.

 Me he apuntado a un gimnasio.





Si, lo he hecho
 ¿Porqué?.
Porque cuando vi las fotos del verano con las gafas puestas, no daba crédito a que toda aquella carne desparramada entre los lunares de licra del bañador fuese yo. Me fui de vacaciones siendo una cuarentona redondita y he regresado pareciendo un colchón viscolástico. Así que lo primero que hice, después de deshacerme de la ropa sucia y de los cadáveres de  los geranios, fue acercarme al polideportivo de mi barrio. Se que hay otros gimnasios, incluso algunos mas baratos, pero están lejos, y el invierno es húmedo y mis huesoso crujen y la bolsa pesa y la abuela fuma....si me lo ponen dificil no voy.
Me atiende una joven super simpática, que interrumpe amablemente, despues de estar esperando 6 minutos, su alegre cháchara con el monitor de fitnes que tiene acodado en su mostrador y que la hace reir con galanterías propias de barrio sésamo.
    - Hola vengo a informarme sobre horarios y actividades.
    - Muy bien- me sonríe- ¿¿Objetivo??
   - Birmania- respondo- y me río como una foca en un acuario.
   - ¿Perdón?- me mira desconcertada.
Es muy joven, no pilla el chiste.
   - Es una broma, no me hagas caso.
El monitor también me mira, creo que se ha quedado con mi cara y mi lorza y en cuantito que me vea por la sala de spinning me pone a subir la Bonaigua. Como siempre haciendo amigos al primer golpe de vista.
  - ¿Que quieres conseguir?- la chica vuelve a la carga.
  -Meterme en la talla del año pasado sin gangrenarme las extremidades.
La chica me mira y pestañea, no se si porque se le ha metido una pestaña  postiza en el ojo o porque intenta hacer tiempo para no mandarme a la mierda.
 - Tonificar- salta el monitor.
  -Si eso. Tonificar.- Respondo risueña. Tonificar debe ser al entrenamiento lo que  el inglés nivel medio a los idiomas. Total, no vas a hablar con Obama ni a entrenar con Cristiano Ronaldo, así que adelante, a tonificar.
Me hace mi ficha y me saca una foto para el carnet. Me parezco a Benny Hill. Debo venir mejor peinada el próximo día.  La chica me informa que en el precio de la mensualidad, van incluidas todas las actividades del polideportivo, la sala de fitness, la piscina (lo que me faltaba,  liberad a Willy) y una sesión de SPA gratis.
  - No lo dejes para el ultimo dia del mes, que luego hay cola.
  - Oye pues mañana puedo empezar por ahí, para irnos conociendo.- vuelvo a reírme como una foca monje.
  - Como quiera.
QUIERA, HA DICHO QUIERA, EN VEZ DE QUIERAS.
"Esa chica es lista", pensé, con una palabra  ha terminado de hundirme en la miseria. Me retiro a mi cuevita a lamerme las heridas y a preparar la bolsa para el dia siguiente.

PRIMER DIA
Me levanto temprano y desayuno lo justo, dejo las magdalenas y el colacao y me como una pera esmirriada y un café. Hay que ir poniéndose a tono.
¿Habéis leído Sin noticias de Gurb?. Deberíais. Gurb y su compañero son  unos  extraterrestre que llegan a la tierra. Gurb se pierde y su compañero decide salir a buscarlo. El asunto es que para pasar inadvertido decide que lo mejor es imitar a los humanos con los que se encuentra. Así me sentí yo el primer día, como un extraterrestre perdido en la rambla de Barcelona.
Entro en la sala e inmediatamente me sentí "La nueva". Miré en derredor buscando el corrillo al que unirme. No conviene estar sola o parecerás un bicho raro. Al gimnasio hay que ir a socializar. Busco mi grupo.


        A)  Estaban las jovencitas universitarias de carnes prietas y sedosa coleta extralarga, estirando sus musculados brazos,  pertrechadas con las ultimas novedades del decathlon, con sus mallas comprimecarnes, sus camisetas hidrofugas de hilos ultrarecogedores de sudor y sus zapatillas de suela de gel amortiguante. Miré mis zapatillas vintage del primark, mi chándal con bolitas y mi camiseta de propaganda de Joyerías Santi. No, definitivamente aquel no era mi grupo.
       B) Grupo de madres. Quizá ese sea mi lugar, son mas o menos de mi edad y aunque yo no tengo niños, quizá si nacieron en torno al 70 podamos reirnos de los mismos chistes, aun me escocia el de "objetivo Birmania". Puedo sacar a Eva Nasarre y sus calentadores fucsia.  Me acerco.

     - Pues si, la profesora de este año me ha dicho que Ricardito es super listo, pero un poco vago, y que en el comedor tienen problemas con un niño que se dedica a tirar las albóndigas a los compañeros....
      -¿Será posible?, ¿De que estarán hechas las albóndigas?, ¿A ver si van a ser peligrosas?
     -A saber de que están hechas...de tofu desde luego que no....
Nada este tampoco es mi grupo. Al fondo escucho unas risas escandalosas y muchos besos. Son el tercer grupo.

   C) Mujeres de cincuenta y tantos, super en forma que llevan haciendo ejercicio mas años de los que yo llevo depilandome. Miro esos culos prietos, esos brazos torneados y esas mechas tan bien hechas y me dan ganas de llorar. Son mas mayores que yo y está mas duras. Lo mio no tiene arreglo.

 Me quedaré sola y esperaré a ver que pasa.
  Entra la monitora, afortunadamente no era la muchacha de la recepción. Es una Argentina pizpireta con las piernas como las de Arantza Sanchez Vicario, creo que podría partir por la mitad a un adulto de 90 kilos, con sus abductores. Trago saliva, me va a doler la clase seguro.
  -Buenos días chicasss- grita mientras pone la música a todo volumen. -Hoy GAP.
Me ahorro el chiste de la sudadera de Gap, porque con Birmania no tuve éxito.
Miro al resto y todas sonrien complacidas, bueno si ellas pueden, yo puedo. INFELIZ.
Tarde supe que GAP, son gluteos, abdominales y piernas. y que no iban a tonificarmelos, iban a triturarmelos.
A la media hora de clase, tenia la cara color sobrasada, parecía un turista alemán en Mallorca. Sudaba y resoplaba como un bufalo y para levantarme de la colchoneta tuve que hacer la croqueta. ¿Habéis intentado hacer abdominales con un disfraz de la tortugas ninja puesto?. Mis lorzas nada tienen que envidiar a Donnatello.  Me quedé tumbada de espaldas, parecía una cucaracha moribunda, movía la patitas y boqueaba pero era incapaz de levantarme.
La monitora, se acerca super cariñosa.
    - ¿Estás bien?. ¿Nesesitás algo?.

Como no podía hablar pestañee muy fuerte e intenté sonreir. Tenia el pelo pegado a la cara, las mejillas a punto de reventar, la camiseta de Joyerias Santi, parecía un trapo de fregar y mi chandal ya no tenia ni bolitas.
   -No tenés que seguir al grupo si no podés, linda. Usted a su ritmo.

Tarde reina, ese consejo llega tarde.

Acabo la clase arrastrándome. Agradezco no tener consulta del ginecólogo en los próximos tres años, porque creo que no podré abrir las piernas hasta mayo del 2017.
Miro a mis "compañeras", ¿Como es posible que solo muestren unas ligeras manchas de sudor en sus camisetas?. A mi parece que me haya meado una elefanta.

La muchacha de recepción me observa, creo que demasiado complacida, como salgo del polideportivo como si me acabasen de hacer una colonoscopia sin anestesia.



     -Hasta el lunes- me grita.
      -Pues por mi indice de grasa corporal, que el lunes vuelvo. JA, retos a mi.- pienso mientras valoro la posibilidad de  hacer pis de pie.


martes, 19 de mayo de 2015

Mujeres mayores de cuarenta, un nicho a explorar.


"Si tuviese que describirme con una fruta diría que soy una pera. Es una fruta correcta, de aspecto aseado y fácil de comer, de sabor predecible no precisa de artilugios ni tutoriales de youtube para saber cómo se pela o si está madura, basta clavarle el dedo gordo y sentir si se hunde. En general gusta a todo el mundo, o mas bien diría que no disgusta, pero sin grandes alharacas, no es como la chirimoya que tiene detractores y partidarios a partes iguales,. La pera se encuentras fácilmente en cualquier época del año, eso deja fuera el aspecto compulsivo de por ejemplo la granada, la tienes que consumir cuando la ves en los expositores de las fruterías porque de lo contrario no podrás hacerlo hasta el año siguiente, esa fugacidad provoca ansiedad en sus posibles consumidores, es como cuando anuncian el eclipse del siglo, “Si no lo observas ahora, el siguiente será en 150 años”,  ¡¡¡Por Dios, tengo que buscar la radiografía de la rodilla de mi tía Angélica o me perderé el evento del siglo!!, la boda del siglo, el encuentro del siglo, el partido del siglo, el descubrimiento del siglo..........., el nerviosismo, el desasosiego y la excitación se adueñan de los consumidores de granadas que se lanzan en tropel a comprarlas y añadirlas a cualquier cosa que se vayan a comer, no así  los de peras.  Las peras tienen suerte, de no depender de su aspecto exterior para reproducirse, son sosas y nada apetecibles, ningún bicho en su sano juicio se fijaría en una pera teniendo al lado, piñas, granadas, mangos, chirimoyas, naranjas, fresas, cerezas etc….aunque bien pensado no se cómo se reproduce una pera, en cambio todos hemos visto la abejita golosa penetrando un higo, eso es puro sexo y no lo de las pobres peras. Vamos que soy a la seducción lo que una rebequita color carmelita a la ropa de fiesta. En fin que soy una tipa normal. De las que te encuentras a menudo en la cola del super, y ni siquiera recordarías haber visto. Mi aspecto sería una ventaja en caso de convertirme en una atracadora de bancos, nadie me recordaría, sería como una sombra de vulgaridad sobrevolando la caja fuerte.
-¿Recuerda algo reseñable del atracador?.
-Si, era una mujer.
-¿Edad?, ¿Complexión?, ¿Estatura?, ¿Peso?....algo que pueda servirnos.
-¿Esta usted loco señor agente?, ¿Cómo se le ocurre preguntar el peso y la edad?.  Era una mujer normal. N-O-R-M-A-L

Fin de la investigación. Caso cerrado. Una mujer normal atracando bancos por el mundo. 

Como habéis aguantado hasta aquí os revelaré mi edad y mi nombre. Me llamo Ximena y hasta dentro de unas horas aún tengo 45 años. Hoy he decidido que mi vida va a cambiar. En el mejor de los casos, si muero a los 90, esta podría considerarse como la tarde por la que doblar mi existencia, todo lo que quede a un lado es pasado inalterable, inamovible, eterno y permanente pasado  y lo que quede al otro es futuro, en mi mano estará decidir que adjetivos le añado, de momento solo es futuro, soy oficialmente una “middle age woman”, ósea que he llegado a la mitad, con más pena que gloria tengo que decirlo, pero he llegado, que es mas de lo que alguna puede decir. Para entender como he recalado al día de hoy con la certeza de que será mi epifanía, mi renacer, mi segunda oportunidad, debéis conocer los últimos 12 meses. Si aguantáis hasta el final quizá podáis sacar algo en limpio de mi historia, algo que os sirva para descubrir vuestro propio día del renacimiento, vuestra renovación, el día por el que doblar vuestra existencia".


...........................................................................................................................


Este es el inicio de una historia, una historia que habla de una mujer normal, en una edad difícil que trata de buscar algo o alguien que la obligue a dejar de ser normal. 
¿Acaso no tiene el mismo derecho que otras a ser feliz? ¿A ser deseada?, ¿A enamorarse?. Lo tiene, seguro, otra cosa es que ella se lo crea. Porque no nos engañemos, somos nuestro peor enemigo.

¿Nos engañan con el cuento de que los cuarenta son la edad dorada de las mujeres? ¿Somos las de cuarenta conejillos de indias para las empresas de publicidad?. Si se lo vendes a una cuarentona ya lo tienes hecho, parecen pensar. ¿Es utilizar a una mujer entre cuarenta y cincuenta una simple estrategia de marketing para vender crema antiarrugas, mascarillas capilares, pomada para almorranas, hidratante vaginal, yogures con fibra, braga/faja compresora, crema para las varices, mayonesa baja en calorías, gafas bifocales, laxantes mas o menos rápidos, complejo vitaminico para aguantar todo el día trabajando y al volver a casa bailar un tango con un tanguero, quitamanchas, jarabe para la tos, pastillas antiacido?.
 Buena pregunta, no es porque la haya hecho yo, que también, si no porque parece que solo nosotras tenemos problemas con el transito intestinal o con las varices ¿A las de veinte no se les cae el pelo? y ¿A los de treinta no les salen almorranas?. Seguro que si, pero solo nosotras parecemos un desecho de tienta a las que arreglar la vida y el transito intestinal con todo tipo de remedios, no hay problema que no se  solucione con un serum, una pastilla,  un lavado vaginal o  una bolita para frotar las manchas,  ¿Y por donde comenzaremos  nuestra implantación en el mercado? Parecen pensar las multinacionales del asunto. No hay nadie mejor que  una mujer de nuestro target para  la expansión de tan milagrosos remedios.
PUES TAMBIEN NOSOTRAS QUEREMOS VIAJAR, queremos viajar, queremos comprar coches, queremos estrenar piso, queremos protagonizar el anuncio de las cervezas del verano, queremos pasear nuestro cuerpo serrano imperfecto y vivido por las playas de Cadiz saltando como pavas con una cerveza en una mano y un cucurucho de camarones en la otra. Queremos, al menos yo, ver mi rostro en la tele, quiero ver mi cuerpo en una actriz de un anuncio, pero no lo retoquéis, no quiero una de cuarenta que parezca de veinte, quiero que parezca que es mi melliza,. Hombre tampoco hace falta que se parezca a mi recién levantada de la cama, que le doy pavor a Nosferatu, pero después de una duchita y un retoque rápido tengo pinta de ser un humano agradable a la vista y al tacto y merezco comprarme un BMW y salir a correr aunque mi culo no esté tan firme dentro de esas mallas compresoras, saltar en un concierto de hombre G y echarme colirio en los ojos mientras canto a pleno pulmón Marta tiene un marcapasos, en fin, que me pierdo. Somos un nicho de mercado que todos deberían tener en cuenta y no solo las escritoras de novela erótica. 

Lo que quería presentaros es el inicio de mi nuevo proyecto que espero os guste y espero que lo sigáis, es una historia sencilla, como la de tantas mujeres. No tiene vampiros, ni sexo desenfrenado, no hay batallas ni aparece un muerto sobre un frigorífico, no hay tramas políticas ni mediums, pero esta escrito con el corazón, quizá mas con el corazón que con la cabeza, porque es ahí donde reside nuestra fuerza y nuestra debilidad. Es ahí donde puede sobrevivir un ser solitario y necesitado, en el corazón de quien lo ame.
 Si os gusta cada mes publicare un trozo de la historia. 

viernes, 8 de mayo de 2015

el lenguaje, el metalenguaje y el bloggerlenguaje


Hoy día si no tienes un blog no eres nadie.
           -Joer, voy corriendo a abrirme uno.
Ah no, leches, que ya tengo uno.Pero no es uno molón,  lo molón es un blog de moda, de tendencias, de peinados, de experiencias y demás cosas importantes. También podría ser de cocina, para aprender a hacer muffins, cup cakes, layer cakes, bundts, cookies...(nada de magdalenas, bizcochos, sobaos o galletas, que eso es muy hortera)
  Mi blog es mas bien como un buzón de quejas, como esos recipientes que ponen en las salidas de los supermercados para echar las pilas y que menos pilas hay de todo, paraguas, tickets de compras, envoltorios de chocolatinas, bricks de zumo vacíos, chicles masticados etc....
Pues eso,. es un blog que no lo parece y eso como la mujer del Cesar es como no ser nada.

Debería acompañar mis entradas con una foto de mi misma vestida cada mañana para entrar a matar, pero perdería "followers" (seguidores para mi madre) y tampoco estoy como para tirarlos, vamos que no me sobran. Otra característica definitiva es el idioma, debería  meter media docena de palabras en inglés para resultar mas blogger. Quizá lo haga.

Desde ahora mismo os adelanto que procuraré  que mis words sean a la vez advicers y complaints, porque en este blogger wold en el que andamos absorbed, si no mixes un par de words en english no eres believable,

No se, en otros blogs funciona, el bilinguismo. Es mas no funcionaria sin él.
Yo desde que descubrí que una chaqueta ya no es una chaqueta si no un blazer, que un "outfit sporty chic" es colocarte la sudadera que tienes para pasar el aspirador con los zapatos de tacón de la boda de tu prima Margarita, que un vaquero es John Wayne y que lo que yo llevo es dennin, que un "es lo que se lleva" ahora es un must, que la pinta se define como look, que ya no sirve con decir bolso, ahora has de definirlo, clutch, hobo, tote, shoulder, satchel....que los lunares son polka dots.....ad infinitum, mi vida no ha vuelto a ser la misma.

¿Sabíais que si entras en un blog de moda ya no podrás salir de ahí?. Pues si, quedas atrapada en un bucle infinito de blogs, porque si se te ocurre ir a consultar los comentarios que las lectoras dejan en cada entrada, te das cuenta de que todas firman con una dirección de internet que te redirecciona a otro blog, y de ahí a otro y a otro....empiezas buscando una falda para la comunión del hijo de tu prima y terminas haciéndote una colonoscopia en una clínica privada del norte de Texas, después de haber cosido la ultima cena en patchwork, de haber cocinado un millon de galletas de jengibre y ruibarbo, de haber cambiado el aceite al coche, de haber construido un hibernadero con yogures vacíos y haber aprendido como quitarle las garrapatas a tu cerdo vietnamita con ajo y una solución al 50% de aceite de aguacate. ...OS JURO QUE NO SALDRÉIS NUNCA.

Voy a describir mi ultima adquisición de lenguaje blogger, el estilo BOHO. Según el Vogue, atentos al dato que es textual: 
"El estilo Boho es desde el año 2004, el año formal de su nacimiento, el mas copiado, el mas imitado y a la vez el mas complicado de replicar. Resulta complicado ceñirlo a unas pautas estrictas, pues el boho es una especie de flair que recorre el look"  ( ahora vas y lo cascas)

Sigo:
...."Tampoco sería justo precisar que prendas si y que prensa no, contienen el espíritu Boho, pues los patrones que a priori se desecharían, podrían decorarse con los estampados adecuados y volverse de pronto muy Boho"

El lenguaje blogger es mas difícil que un híbrido entre el euskera, el chino y el árameo.  No es fácil llegar a dominarlo, requiere destreza, horas de estudio y una banda ancha potente. Estoy pensando en sacar mi propio diccionario blogger para compartir  con la humanidad mis descubrimientos. 

Sigo que aun no se si yo podría ser una BOHO FAN y eso me tiene consternada. 

¿Como definirlo pues? (Ahí, ahí, entrando en materia) Es algo así como un cóctel en el que se mezclan abundantes ecos hippies y bohemios con un toque étnico-del navajo al arabesco- y otro campestre. Se agitan estos elementos sobre una base vintage y se espolvorea un poco de espíritu relajado. se sirve con un fular alrededor del cuello y bolso de asa larga colgando del hombro...et voila, ya tienes el perfecto look boho.

Os juro que no me he inventado nada, es tal cual lo que aparece en el Vogue. Aquí viene mi traducción al lenguaje de las no iniciadas en el universo blogger.  Rastreando en la red, la primera aparición Boho  en el universo blogger (que es el que realmente importa) y siempre  según esta misma fuente de inagotable sabiduría que es Vogue,  fue Kate Moss, vestida con un vestido inspiración vintage ( o lo que es lo mismo la camiseta vieja de tu padre  pero costando 500€ ), unas botas de goma de las que usaba mi abuelo para la huerta (pero mas caras porque se llaman hunters) llenas de barro y un bolso de inspiración zingara (osea el que venden  en los puestos de las fiestas de los pueblos).





Vale, creo que ya lo he pillado. Asaltas un contenedor de ropa usada, te la pones, te presentas en tu ayuntamiento y pides hacer una zanja en el jardín donde paseas al perro, te agarras al primer fulano que veas por la calle con pinta de haberse bebido toda la añada del 95 de la Rioja....ET VOILA, YA ERES UNA BOHO GIRL.



martes, 28 de abril de 2015

La agonías que te respiraba en la nuca.

"La edad trae templanza" decía mi abuela. Bueno pues lo siento abuela, pero a mi se me está llevando la poca con la que vine de serie.
Cada día aguanto menos. Es cierto que tengo días en los que a mi chakra no lo altera ni la  vecina tocapelotas que todos tenemos y que además de quejarse por todo, cotillear de todo y saber de todo,  ha padecido o padecerá todas las enfermedades, dolencias,. insuficiencias y desgracias que puedan suceder en tu portal o en cualquier otro portal del barrio. Da igual lo que le cuentes, ella siempre te responderá con un:
         -"Ay hija, si yo te contase, eso mismo me pasa a mi".
Da igual que sea un callo, almorranas, acné, gases, una colonoscopia, que tu lavadora pierde agua o que se te perdió un tío carnal de tu madre en una expedición al  antiguo Congo belga, ella siempre mas.
Bueno pues hay días en que ni ella puede desestabilizar tu cada día mas precaria serenidad.
Si embargo hay otros días.......a veces coincide que tengo la regla (los mas he de decir), pero otras veces no puedo poner excusa, hay días en que le sacaría los ojos con unas cucharillas al primero que me mirase mal.

Bueno pues hoy es un día de los de las cucharillas. Y casualmente he tenido que ir al banco. Hoy, día de declaraciones de la renta y a tres días de que se acabe el plazo para escanear tu DNI, la menda ha ido al banco. Abro la puerta y además de un calor espectacular tipo sauna noruega, con una mezcla de alientos, sobacos y gominolas que te arañaba hasta el cielo del paladar solo de respirarlo, había una cola tipo adolescentes en concierto de Justin Biaber o frikis en la tienda Apple. Durante unos segundos sopesé el quedarme o marcharme, me decidí por lo primero. Respiré hondo (por eso se que te rascaba el paladar) y avancé con el firme propósito de que nada me haría perder el temple, había gente y punto, yo me colocaría detrás de la ultima persona y esperaría paciente a mi turno.

¿Porque siempre tiene que haber un agonías detrás tuyo en una cola?



Buena pregunta, seguro que Murphy tendría una respuesta.

Entra una tipa y se coloca detrás mio. Desde el segundo uno (antes de percatarse  si la cola iba rápido o no) ya comienza a bufar, chasquear la lengua y quejarse por lo bajito, resoplando como una búfala en celo. Mira el reloj, saca el móvil, lo mira, y lo guarda, tres segundos mas tarde vuelve a sacarlo y a mirarlo y vuelve a bufar, resoplar y rezongar. Comienza a pesarme la chaqueta que llevo en el brazo y me empieza a sudar el bigote, el calor y la petarda de detrás están consumiéndome los nervios. La cola avanza lenta y afortunadamente sin interrupciones injustificadas. Un abuelo se demora unos segundos por encima de la media en sacar la libreta del bolsillo y la agonías se impacienta mas y comienza la maniobra de empuje, consistente en pegarse mucho a mi culo, invadiendo mi espacio vital, robándome el oxigeno, la paciencia y hasta el perfume de Narciso Rodriguez carisimo que hoy llevaba puesto, como si eso pudiese hacer que las 14 personas que estaban delante mio se evaporasen, como se estaba evaporando mi paciencia.
Poco a poco, porque todo acaba por llegar, vamos visualizando el final,  mientras, la agonías ha cambiado de táctica y ahora practica la del péndulo, consistente en oscilar de lado a lado de la fila mientras farfulla quejas y resopla.
Por fin soy la siguiente en la cola, de pronto HORROR, uno de los cajeros, quiero suponer que en un ataque incontenible de próstata se levanta y se va.
Mi agonías pega un gritito como se le hubiesen pisado la cola a un gato y vuelve a la carga,  a pegarse a mi culo, de nuevo la técnica del empuje, a esas alturas estaba yo en un estado de nervios que ríete tu de Falete esperando para coger mesa en un todo incluido,  de pronto siento su aliento rozarme los pelillos de la nuca, noto como una gota de sudor nervioso me resbala por la espalda. Sube el volumen de sus quejas y ya comienzan a ser  lacerantes, presiento que en unos segundos se me perforará el tímpano y a lo mejor hasta el colon.
Se que había hecho el propósito de que nada iba a joderme la mañana, pero una que está en ese síndrome premenstrual ( eso serviría de atenuante en cualquier juicio), no puede reprimirse y estrena el tacón de madera clavandoselo en el pie de la pedorra de detrás.

Siento un aullido de dolor, me giro y la sonrío.
             -Perdona no calculé que estuviese tan pegada a mi maletero.

Mi cajero aparece y avanzo hacia él con la misma satisfacción que los aliados en el desembarco de Normandía, sabiendo que dejaban la retaguardia jodida y aniquilada.

¿Porque siempre hay algún gilipollas preparado para joderte la mañana? AH, misterios del cosmos. A esta le va a costar cortarse las uñas una temporada.





miércoles, 11 de marzo de 2015

De infidelidades y otras malas ideas.




Amanecí sintiendo unos insólitos rayos de sol calentando el alfeizar de mi ventana. Madrugué como no suelo hacerlo en sábado, el encuentro lo requería, Escogí entre mi fondo de armario (no muy al fondo todo sea dicho, que lo que cae allí es lo que llevas mas de un lustro sin conseguir abrocharte y lo guardas con el absurdo anhelo de que alguna vez vuelva a servirte, en fin que lo que está allá al fondo, en el abismo de la nostalgia, es tan inviable a tu cuerpo como un tanga de plumas) en definitiva, que busqué un look como dicen las bloggers que enviase un mensaje claro:

 "No estoy desesperada, simplemente aburrida y te necesito"

Pantalón de raya diplomática, zapatos bajos de charol, tote igualmente en charol negro, blazer  oversize negro, jersey de punto gris cemento y gafas de sol tamaño folclórica entrando en prisión. Me miré al espejo, me encontré severa y amenazante como un tiburón de Wall Street, quizá me estaba pasando. Miré el reloj, ya no había tiempo de cambios, saldría así a la calle.
Corrí hacia el metro procurando que nadie me reconociese o si lo hacían que les resultase complicado pararme. Bajé las escaleras atropelladamente, escuchaba el metro acercarse a la estación y no quería perderlo. Me escondí detrás de la columna mas gorda de la estación, conté hasta diez y a escasos segundos de cerrarse las puertas salté dentro con la agilidad de una gacela del Serengeti huyendo de un puma (inciso: me han comentado que no hay pumas en el Serengeti, os podéis imaginar el tremendo desconcierto de la pobre gacela al encontrarse uno) salté como Belén Esteban cuando le mencionan a Jesulín y me arrellané en el asiento mas alejado de la entrada. Hasta pasadas cuatro estaciones no me quité las gafas de sol, si iba a ser infiel mas me valdría no cometer errores.
 Durante todo el camino hasta mi destino final, fui convenciéndome de que había tomado la decisión correcta, nuestra relación estaba agotada o a punto de agotarse,  necesitaba nuevos aires,  la monotonía en la que nos habíamos instalado corría el riesgo de hacerme envejecer, además tampoco era tan grave, conocía otras mujeres que lo habían probado y la experiencia no había hecho si no refrescarlas, rejuvenecerlas, hacerles sentir guapas y admiradas de nuevo.
Caminé por calles desconocidas algo mas tranquila, era poco probable que por aquel barrio me encontrase a nadie conocido y si lo hacía había ensayado una excusa, iba a hacerme unas plantillas para los juanetes, nadie quiere que le enseñes los juanetes, era la excusa perfecta. Llegué al portal, tenía clase,quizá demasiado, mi amiga me lo había advertido:

    -"Vete preparando la visa, pero merece la pena, vas a quedar muy satisfecha".

Toqué el timbre, lo encontré frió y amenazador, abrieron sin preguntar. Subí las escaleras de madera que gimieron bajo el peso de mi cuerpo, mala señal. Al final de un pasillo largo y pintado de color avellana se iluminaba una puerta, me acerqué a ella sintiendo un hormigueo en las piernas, una vez dentro ya no podría dar marcha atrás. Según me acercaba la intensa luz de led que iluminada el cartel pareció parpadear.

   TINO ESTILISTAS.

 -"Lo siento Manoli, pero lo nuestro se ha estancado,  necesito aires nuevos, aires de fiesta como dice Karina", -pensé al sentirme en el epicentro del glamour, el estilo y la clase.



Un olor a productos caros me envolvió en el mismo segundo en el que traspasé el umbral. Por lo pronto no entendía ningún cartel, eso es signo de que son profesionales de reconocido prestigio y amplia trayectoria en el mundo de la imagen. Brushing, color sistem sin PPD, alisado definitivo termoactivo,  retex, Bio Ionic, mechas babylight (por lo visto las californianas, están super out, vamos que están mas out que hacerse la toga), hair chalking, o lo que es lo mismo pintarse el pelo con una tiza, lo que le hace mi sobrino en la guardería casi todas las tardes y gratis.
 Comencé a marearme, boqueaba como un pez fuera de un acuario,  Si salía con vida de aquel oasis de laca ultra strong, prometía no volver a ser infiel a mi peluquera del barrio, me miré en el amplio espejo que presidía la entrada, aquella cabeza se merecía una segunda oportunidad,, los años avanzaban crueles e implacables y cualquier ayuda por parecer cinco minutos mas joven o diez gramos mas flaca sería bien venida.
 Se acercó una chica jovencita y pizpireta con un flequillo tan liso y brillante como el de la barriguitas china y me puso una capa negra y dorada, con un bolsillito en la manga en el que me introdujo una tarjetita, supuse que allí apuntaría la miríada de tratamientos, cortes e intervenciones que iban a llevar a cabo en mi insípida cabellera con el objeto de transformarme en mi otra yo, en la yo mas sofisticada y estilosa que había venido a buscar y por la cual estaba siendo infiel a Manoli.. Me dejé acompañar a una esquina demasiado iluminada para mi edad, aquella luz implacable sacaba todos mis defectos y alguno mas, en fin tentada estuve a colocarme las gafas de sol, porque me veía mas bigote,  y mas marcas en la cara que el teniente Castillo de Miami Vice. Se acercó Tino, muy amable, cariñoso, extravagante, estiloso y muy gay, como no podía ser de otro modo. Me dió dos besos y me preguntó por mi amiga. Antes de que pudiese siquiera tragarme el chicle que estaba masticando, no me gusta hablar con él en la boca, Tino ya estaba dando instrucciones a  una estilista  con aspecto de haberse escapado de la versión española del Clan de los Brady. Como le gusta ahora a las modernas disfrazarse de sus abuelas.


Saqué una foto de Anne Hathaway que siempre me acompaña para que aquella recopilación de pret a porter de los 60 supiera que era lo que quería.

   -La última vez salí pareciéndome a un extra de "el nombre de la rosa",- dije intentando ser graciosa.
La estilista me miró por encima de las gafas incrustadas de brillantitos falsos de color rosa y parpadeó confusa.
   - Lo digo por el corte de pelo cazoleta, tipo tonsura- hice un gesto alrededor de mi cabeza, pero siguió sin comprenderme. Quizá debiera haber mencionado a Bimba Bose y su pelo franciscano, en vez de a un monje primo de Guilllermo de Baskerville.

Me tiñeron, me dieron un tratamiento de hidratación utra hidratante porque debía tener el pelo como el de doña Rogelia pero en negro,  unos masajes capilares, mascarillas, serums  y no se cuantas cosas mas. Me ofrecieron un capuchino, o té o refresco, pero me pasó como en los aviones, no sabía si iba a ser gratis, así que dije que no, que ya había desayunado en casa, la señora del lava cabezas de al lado me miró condescendiente mientras sacudía una bolsita de té de rooibos.Yo no hacía mas que sumar mentalmente, ya iba por riñón y medio no me hacía falta mas que pagar 5€ por un café como si estuviese en la Piazza San Marcos.

- Menos mal que tengo bonometro-pensé.

Al fin me senté frente a Peggy Sue,  pertrechada con un cinturón de herramientas a medio camino entre albañil de peli porno y un atrezzista de Boliwood, me tocó el pelo con dos dedos y suspiró.
-Dime que aun hay esperanza- gemí, intentando por segunda vez ser graciosa.
Volvió a mirarme por encima de las gafas y sacó una navaja de barbero del cinturón de herramientas, antes de que pudiese protestar ya estaba ZAS, ZAS, ZAS.... afeitando aquí y allí.
Levanté el dedo contrita como cuando Sor Laura me preguntaba en francés.
   -¿Vas a cortarme todo a navaja?- pregunté con voz ingenua.
   -Si, ¿Por?, ¿No te gusta?- su voz sonaba entre una dominatrix y un fumador de puros.
  -No mucho, es que se me despelucha el pelo como cuando pelas una cinta de regalos de los chinos.
 -Eso es porque no te lo han hecho bien antes.

Entre el cinturón de herramientas de Manny manitas, la voz de fumador de puros, la navaja barbero y la respuesta, me pareció estar en una peli porno de los 80 a punto de ver entrar al instalador de antenas despelotarse en la puerta. Sonreí y dejé que siguiera con su obra. Mientras veía sobrevolar la afiladisima navaja sobre mis orejas recapacite sobre la malisima idea que había sido criticar a una dominatrix armada con una navaja de afeitar.



Tengo que decir que la aventura me costó riñón y medio y la cornea derecha, que el corte de pelo estaba bien pero nada espectacular, Manoli puede acercarse en un día super inspirado, volví a casa, abracé a mis perras, estaba contenta de regresar sana y salva y escondí el ticket de la peluquería en el armario de la plancha, allí jamas miraría mi marido.
  -¿Que tal te ves?- me preguntó antes de emitir cualquier juicio, llevamos 20 años juntos, ya empieza a conocerme.
-Bueno...no es lo que esperaba, empiezo a pensar que el problema es que me sobran años y kilos con respecto a la Hathaway.
-Bahh tonterías, estas perfecta., pero Manoli te suele dejar mejor algunas veces.


MIERDA, TIENE RAZÓN.