Este fin de semana amenazaba lluvia y para evitar que el sofá me poseyese mientras yo engullía un paquete de patatas fritas, media tableta de chocolate, trescientos gramos de gominas (sin azucar que engordan menos), un paquetito de esos que llevan muchos frutos secos (que me han dicho que para la memoria van fenomenal) y litro y tres cuartos de cocacola Zero, me fui a dar una vuelta por una feria de desembalaje.
Nada mas entrar en el recinto el olor a vetustez, decrepitud y antigüedad tomó al asalto mis fosas nasales.
Bien- pensé-Es el sitio ideal para restañar las heridas abiertas en mi ultimo encuentro con Carola, todo lo que encuentre aquí me hará sentir mas joven.
Sobre las mesas expositoras se amontonaban , sin orden ni concierto, teléfonos de baquelita, muñecas de Mariquita Perez con sus inquietantes ojillos y sus encajes amarillentos, paquetes de picadillo, latas de farmacia, carricoches hecho de mimbre, bolsos y tocados de los años 40......un sin fin de objetos y muebles danzaban decrépitos ante mis ojos. Estaba disfrutando de verdad viendo que la media de edad a mi alrededor superaba los 60. Me sentí joven, poderosa y elegante, estaba de estreno, un vestidito corte imperio (que aunque me haga tetas de matrona holandesa, me disimula bastante bien el culo.
De pronto sentí un espasmo involuntario en aquella zona de mi anatomía, en las nalgas para ser mas exactos. No supe de que se trataba hasta que ví una torre ambarina elevándose impertinente sobre los cientos de objetos antigüos ( entiéndase por antiguos aquellos de los que solo tienes constancia por las historias de tus abuelos) PAPEL DEL ELEFANTE. Mi culo lo había divisado antes que mis ojos. Él que tanto lo había sufrido, ahora se reencontraba con aquel papel de lija que nos limpiaba y nos hacía un peeling al mismo tiempo.. Y ahí estaba compartiendo mesa con las radios de galena y las maquinas de escribir underwood, como una antigüedad mas.
Intenté darle un codazo a mi marido, pero para ese momento ya le había perdido entre los stands de maquina herramienta, berbiquíes, escofinas, cepillos etc...da igual la edad del cónyuge, es sabido que una herramienta aunque sea de hace 70 años posee un magnetismo de proporciones cósmicas.
-Pero si yo me he limpiado el culo con eso hace tres dias....¿Como se atreven a llamarlo antigüedad?
Ahí comenzó mi baño de realidad, la Nancy, el teléfono de góndola, los catetos de las familias, juegos reunidos Geyper, un bote de Gior ....UN POCO DE PASTA BASTA.....GIOOOORRRR,(seguro que lo acabáis de cantar para vuestros adentros), Gustavo Adolfo Becquer y Manuel de Falla atrapados en un mar marrón de papel moneda.....todo un sin fin de objetos que no solo había utilizado no hacía tanto si no que aun tenia alguno por casa,.....ADMITELO, ERES VINTAGE.
- Mira Cari (Carola siempre llama cari a todo el mundo así no tiene que aprenderse sus nombres), que gafas Dior vintage (pronunciado Vintich) mas super ideales, y ademas fenomenal de precio 390€.
Casi se me corta la leche....joder 390€ por unas gafas redondas de pasta marrón que seguro no tienen filtro polarizante ni castañas de esas.
- Ay si, que ideales y mira este cluch de pitón.-respondió Mita, la hermanisima de Carola.
Sonreí satisfecha, se lo que es un cluch y ahí no te cabe la escoba bruja, mas que bruja.
Me escabullí de allí en busca de mi marido, de camino fui fijándome en los puestos. Y aprendí una gran lección que pienso poner en practica. Un objeto pasa de ser un cacharro/chisme/trasto a una pieza de decoración con solo colocarle el adjetivo VINTAGE (lease vintich) detrás.
- Uyyy esa silla está un poco cochambrosa ¿No?.
-Calla, hortera que es una pieza vintich de los 70.
Esta claro que la nostalgia vende, chaquetas, blusas, vestidos, bolsos, zapatos....algunos eran horribles cuando en los 70 fueron fabricados y ahora no son si no mas viejos e igualmente horribles. Si me los pongo yo parecería una extra de Los santos Inocentes, pero si se lo pone una de esas intensas, ultramodernas, de estética alternativa y bla, bla, bla...son PIEZAS VINTAGE y punto.
- Abuela- pensé en voz alta- ¿Te acuerdas de aquella toquilla enorme en color malva impreciso que llevabas siempre sobre los hombros para no pasar frió en invierno?. Pues hoy podría ir a una boda con ella simplemente llamandola "Capa oversize vintage"......¡¡¡Chupate esa!!!
